Enrique Arguiñariz 1:0 Horacio Amil Meylán
Ronda 4 (ver video)
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La primera fue una miniatura en 15 jugadas, Niña Bonita en la quiniela, donde el Presidente millonario se lució frente a Amil Meylán.
Es cierto que Horacio -"perdí rápido y mal", me dijo al salir- no estaba en uno de sus días como aquéllos de la Richmond, donde tumbaba uno tras otro los rivales que se atrevían a sentarse frente a él en las partidas ping pong. Pidiéndole disculpas allí va, vale la pena.
Enrique nos regala una joya que se disfruta, impecable.
La segunda partida fue toda una sorpresa para mí, de principio a fin. Adolfo Lastiri enfrentaba con blancas a Matías Calandrelli.
Adolfo Lastiri 0:1 Matías Calandrelli
Ronda 4
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Sin embargo, no remató. "No hay cosa más difícil que ganar las partidas ganadas", suele decir el Maestro Rodolfo Garbarino, y éste fue un caso más.
-¿Cómo fue que ganaste esa partida, Matías?
-Él estaba preparando un mate muy elaborado. Yo preparé uno muy simple y llegué primero.
Fue en 18 jugadas, lo que en quiniela le llaman Sangre. Otro título bien ganado por la segunda miniatura.
¡Felicitaciones, Matías!
¡Lo siento, Adolfo! Vas teniendo una de cal, otra de arena. Esta fue la de cal. ¿O es que fue la de arena? Nunca me acuerdo.
Nunca vi una cosa igual, en 7 jugadas el negro invirtió la posición de inicio del Rey y la Dama. Si alguien hubiese llegado inmediatamente después de la jugada 7 de las negras, hubiera pensado que había un error en la colocación de las piezas. Un problema para Sherlock Holmes
ResponderEliminarAtención Ministro! Se viene una entrada que tiene sus cosas únicas. Una partida conocida por vos. Sólo te adelanto el título: Mejor... imposible.
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